De profesión, psicóloga de orientación cognitivo-conductual (actualmente retirada), comencé a interesarme por las Flores de Bach para acelerar el tratamiento de modificación de conducta de mis clientes. Después de un año de formación en el T.A.S ( Centro de Terapias Naturales de Gijón ) en 1997 y de haberme leído toda la bibliografía que pude encontrar sobre el tema, empecé a utilizarlas para personas, con bastante éxito, sobre todo en casos de problemas recientes.
El libro: " Los remedios florales del Dr.Bach para niños" de Judy Howard me hizo pensar que cada flor descrita para un niño era aplicable a un perro o a un gato. Dado que en aquellos años no había ningún libro, ni publicación alguna sobre Flores de Bach para mascotas, tuve que guiarme por ese libro y por el de Ricardo Orozco." Manual para terapeutas avanzados" para hacer fórmulas para mis animales, los de mis amigos, vecinos, conocidos y algún caso de problemas de comportamiento que se les resistía a los veterinarios de mi ciudad. Digamos que fue una especie de periodo de experimentación para saber si los elixires florales eran aplicables a animales o no, qué efectos secundarios podían producir y en cuánto tiempo tiempo se resolvían los casos.
Ahora, sin prisas, con más experiencia, más tiempo para escribir (aunque siempre con algún gato pasando por encima del teclado, que me hace tener que borrar el dfghjkl que él ha escrito) y con más medios, porque Internet es una fuente inagotable de suministro de fotos, de vídeos y de noticias, me he decido a escribir esta sección a título meramente informativo, aunque, dejando claro que una terapia, del tipo que sea, siempre debe ser guiada por un terapeuta profesional y en el caso de los perros los elixires florales, complementan y ayudan a un buen entrenamiento en modificación de comportamiento del animal.